La situación de colapso del Rafael Méndez podría darse la próxima semana en todos los hospitales de la Región

El Rafael Méndez deriva pacientes críticos a otros hospitales ante la falta de camas libres, mientras el Morales Meseguer y el Reina Sofía está casi al límite

 

EL DATO

Salud ha notificado casi 2.500 casos en la última semana, y el número de infectados asciende ya a 5.452

La segunda ola pandémica avanza imparable en la Región de Murcia, comenzando a saturar los hospitales, cuyas UCI ya acogen más pacientes de Covid-19 que en la primera oleada. El récord de contagios de ayer, con la entrada de otros seis nuevos pacientes en la UCI, vaticina que para finales de la próxima semana se podría producir un colapso en los hospitales murcianos, siempre y cuando no baje la curva de contagios. Y es que El Rafael Méndez deriva pacientes críticos a otros hospitales ante la falta de camas libres; en Murcia, el Morales Meseguer y el Reina Sofía rozan el máximo de ocupación, algo que les ha obligado a habilitar las camas de REA (Rehanimación) para dedicarlas a la atención de críticos.

La situación del Hospital Rafael Méndez es crítica
El centro hospitalario de referencia en la comarca del Guadalentín, Área III de salud, siempre ha sido la cenicienta sanitaria de la Región de Murcia, presentando unos pésimos indicadores que, incluso, lo han llegado a situar en el vagón de cola nacional de los hospitales. A finales de 2019, el SMS tomó la decisión de cambiar su gerencia, destituyendo a Catalina Lorenzo para colocar en su cargo a Enrique Casado, un soplo de aire fresco que se encontró de golpe con la pandemia del Covid-19, sin poder acometer los necesarios cambios en el funcionamiento del hospital, así como en los diferentes centros de salud.
La situación no es otra que el Rafael Méndez ofrece, a día de hoy, una situación de colapso, con la totalidad de sus camas de Cuidados Intensivos ocupadas. Se habilitó REA, para pacientes de Covid, así como la URPA, donde actualmente tratan de habilitar cuatro puntos de ingreso más, al tiempo que se acometen obras para que el laboratorio puede analizar los test PCR y no haya que derivarlas al Santa Lucía de Cartagena, con el consiguiente retraso en los diagnósticos.
Como dice el dicho, “Las cosas de palacio van despacio”… y, de nuevo, la realidad es que se llega tarde.

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