Niños puteados

Hasta la inabarcable Gemio ha caído en el morbo y en el dislate más vaginal.No esperaba menos, como admirado oyente. El otro día declaraba que ojalá todo acabe bien, en el caso Madeleine…………..que los padres sean inocentes.

O sea, que todo acabe bien no es que la niña aparezca, ni que aparezca muerta pero entera, ni que aparezca muerta, entera pero al menos no violada, no. El final feliz para esta maruja de radio es que los guapos y jóvenes ingleses no hayan descuajeringado a su hija. Que eso sería un shock para ella como mujer .De todas formas, parece que se nos olvida que hay unos cuantos niños más que desaparecieron y que a la peña no se le recuerda; por ejemplo el niño canario que desapareció unos meses antes que la rubita inglesa. Parece que el kilo de desaparecidos canarios vale menos que el de las británicas, en el mercadillo del morbo.

A ese disparate colaboran, más incluso que las necesidades personales de que a la gente le pase algo malo para sentirnos más tranquilos, los que hacen la prensa diaria, que parece que se han vuelto todos rosas o corresponsales de “ El Caso “ (el antiguo periódico , rey del morbo de los años 70 que si a alguien se le ocurriera volver a editar, tendría hoy éxito seguro).

Que no digo yo que no es una pena lo que le está pasando a la niña (o ya le pasó en Mayo, que todavía no ha aparecido) , pero hay por ahí un montón de hijos con sujetos que les han separado de sus padres, algunos hace muchos años. Que también sigue pasando que algunos padres tiren a sus hijos recién nacidos al contenedor con la placenta incluida, o que las nuevas parejas de descerebradas chicas se líen a mamporros con los niños de éstas hasta liquidarlos, seguramente porque les estorban en la nueva relación. Insisto, más por culpa de las pavas que no acaban de captar que se lían con auténticos hijoputas. Ya hay que tener poca capacidad de percepción, joder con las pavas, que acabarán sus días siendo inmaduras, y tan felices mientras alguien les riegue el floripondio, leches ya..

Y el último escalón, dentro de la lista de los sucesos que las noticias nos hacen llegar, cada puñetero día, son los degenerados que se acercan a los niños, les hacen fotos mientras se cambian en los vestuarios, o se aprovechan de su superioridad para pasarles la mano o para obligarles a hacer disparates, siempre de carácter sexual.

Esos reprimidos que no han superado la etapa de madurez mínima son, para mí, los más cabrones de los que circulan, posiblemente junto a nosotros, cada día. Y a unos cuantos les echan mano, y les amonestan con fingida dureza, y les sueltan para que esos colegios, esos gimnasios les abran las puertas otra vez. No digo yo de caparlos, pero algo habrá que resolver ; quizá la ley islámica aplicada por parcelas a según qué casos, les haría ver con más temor la posibilidad de volver a acercarse a un niño .

Pero debe ser que la libertad del individuo-adulto de una edad parecida al que hizo la ley tiene más posibilidades de prosperar que la libertad del individuo-niño. En definitiva, que los árboles no nos dejan ver el bosque, como siempre.

Que además del caso Madeleine, vivido en directo, por muy angustioso y triste que sea, hay otro montón de niños pasándolo mal, los pobres, a manos, siempre, de degenerados adultos , inmaduros en lo mental, pero adultos en lo físico. La habilidad de los inglesitos para sacar la noticia cada día en la prensa se ha unido a la necesidad creciente de morbo que tenemos los ensimismados occidentales del mundo rico y eso ha dado como resultado un espectáculo que llevamos presenciando ya cuatro meses. Y del Yéremi sólo se acuerdan sus padres.

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