El Águilas aún tiene que rodar
La afición que se dio cita en el histórico Rubial esperaba, sin duda, que llegara la primera victoria de su equipo, un grupo de jugadores con una media de edad de 20 años y a los que aún les queda mucho que aprender. Y, claro está, eso es lo que la afición pudo ver en el campo: errores de juveniles.
El partido arrancaba con un Águilas correoso y un Jerez Industrial bien colocado. En la primera ocasión de los jerezanos, Pereira recibió un buen pase y se quedó solo ante Tudela para definir con una vaselina. Esa jugada dejó de manifiesto que la defensa aguileña hacía aguas y las incursiones en el área por parte de los jerezanos se sucedieron y a punto estuvieron de sentenciar.
A pesar de las envestidas de los andaluces, los de Enríquez se fueron metiendo poco a poco en el partido, tras la crisis de afrontar un gol tempranero, y pronto llegó el ampate de la botas de Rafita.Corría el minuto 17 de juego.
Con el empate, el Águilas realizó su mejor juego, acosando continuamente la portería visitante; incluso, el equipo pudo sentenciar el partido si hubieran entrado los dos balones que sacó el defensa González sobre la línea de gol, uno a Sívori y otro a Pablo.
La segunda mitad arrancó con la posesión del balón dividada, sin un dominador claro sobre el treno de juego, sucediéndose el juego a contragolpe. Aún así, el gol no llegaría hasta el minuto 64, tras un error garrafal de Marc Martínez que no se aclaró con el portero y dejó el balón al visitante Barreiro, que marcó sin problemas.
Los aguileños, con falta de orden en su juego, buscaron un gol que no llegaba, con un Jerez Industrial que jugaba con 10. Al final del partido la afición cantó el empate tras un busn disparo de Chito que casi sorprende al cancerbero del jerez.
En resumen, un partido igualado donde el Águils pago muy caro los errores defensivos.