Buena afición
Para una mujer como yo, aficionada a la pintura, es muy grato asistir a exposiciones como la que durante estas semanas presenta en Águilas María Dolores Rabadán.
Además de ser una exposición que me ha parecido de mucha calidad, se trata también de reconocer el mérito de una mujer ama de casa, creo, que dedica su tiempo libre a expresar sus ideas mediante la pintura. Como su caso, existen muchos en el pueblo, conocidas todas pues yo misma asistí en una ocasión a un curso.
Independientemente de que unas aficionadas lleguen a un grado mayor de profesionalidad que otras, es decir, que su obra tenga más importancia artística, quiero resaltar que es una dedicación que sirve también para distraer el ánimo y sobre todo para obtener finalmente una gran satisfacción por el trabajo realizado. Por eso, quiero felicitar a María Dolores, pues aunque no la conozca personalmente, me parece un vivo ejemplo de esas mujeres que acabo de describir: valientes, ya que son capaces de compaginar sus labores domésticas con algo tan enriquecedor como es el arte, sea en este caso la pintura, u otro diferente, que también las hay. En fin, muchas felicidades a María Dolores y a todas las demás mujeres aguileñas que, igual que ella, son capaces de expresar sus sentimientos públicamente.
Teresa Melenchón