Reclaman la construcción de las presas de Nogalte, Torrecilla y Béjar en el aniversario de la riada de San Wenceslao de Lorca
El alcalde califica de “lamentable” que once años después los vecinos de Campillo, Torrecilla y Purias “sigan esperando una solución para el canal de evacuación entre las ramblas de Béjar y Biznaga”
Gil Jódar denunciaba que “a día de hoy el ministerio sigue sin haber limpiado ni una sola rambla de todo el municipio. Los únicos cauces que se han limpiado son los tramos urbanos acometidos por el Ayuntamiento”
Y recordaba que “lamentablemente esa riada provocó la muerte de dos personas y cien millones de euros en daños
Cinco personas, tres lumbrerenses y dos lorquinos, perdían la vida el 28 de septiembre de 2012 en la que se considera una de las peores riadas de siglos, la de San Wenceslao. Aquel día el cielo amanecía oscuro, cubierto de nubes, pero nada hacía presagiar que fuera a llover. Ni siquiera las predicciones anunciaban alertas por lluvias. Once años después, este jueves, el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, volvía a reclamar por enésima vez la construcción de las presas de Nogalte, Torrecilla y Béjar.
Gil Jódar reiteraba su petición de construcción de las “infraestructuras necesarias que minimicen los efectos en caso de que se repita una avenida como la que padecimos en aquellos días”. Y recordaba que “lamentablemente esa riada provocó la muerte de dos personas y cien millones de euros en daños en nuestro municipio”.
Once años después, argumentaba, “los vecinos de Campillo, Torrecilla y Purias siguen esperando una solución para el canal de evacuación entre las ramblas de Béjar y Biznaga”. Denunciaba que “a día de hoy el ministerio sigue sin haber limpiado ni una sola rambla de todo el municipio. Los únicos cauces que se han limpiado son los tramos urbanos. Una limpieza que ha acometido el Ayuntamiento en las últimas semanas. Ni siquiera nos han permitido acometer la necesaria limpieza en las inmediaciones a la Ciudad en el cauce del río Guadalentín plagado de vegetación, con ejemplares que superan los quince metros de altura”.
Gil Jódar insistía en reclamar las presas para la defensa frente a inundaciones en Nogalte, Torrecilla y Béjar. “Infraestructuras fundamentales para solucionar los problemas que sufren los vecinos de Campillo.”.
Apuntaba que “hay que aprender de la experiencia de las inundaciones que ya hemos sufrido. Y la principal lección que nos dejaron fue que la construcción de estas tres presas es fundamental para evitar que la zona de Campillo se ve anegada. Los vecinos quedan desamparados, desprotegidos y abandonados a su suerte”.
Criticaba que la “planificación hidrológica elaborada por el PSOE, a través del Ministerio de Medio Rural y la Confederación Hidrográfica del Segura, suprime la construcción de las presas previstas en las ramblas de Nogalte y Torrecilla para proteger a los vecinos de las pedanías de Lorca, especialmente Torrecilla, Campillo y Purias, de los devastadores efectos de las inundaciones”.
Entre 2012 y 2016 –apuntaba- se construyeron 20 diques que permitían drenar el agua en caso de lluvia. “Invertimos desde el Ayuntamiento 130.000 euros para habilitar un paso de aguas en el Puente del Vao. Mientras, la construcción del canal que ha de recoger el agua de la rambla de Biznaga permanece olvidado en un cajón, la gran asignatura pendiente de la Confederación Hidrográfica del Segura, que, además, constituye una temeridad”.
El Plan de Gestión de Riesgos “aprobado en enero de este año por el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez así lo recoge. Supone una gran oportunidad perdida y un desengaño para los vecinos de las áreas más castigadas por las inundaciones. Tampoco incluye el plan de limpieza de ramblas en nuestra comarca, prometido en 2018”, detallaba.
Y explicaba que “se trata del Plan de Gestión de Riesgos frente a Inundaciones para el periodo 2022-2027. El gran canal de evacuación que estaba previsto construir para solucionar los continuos problemas de inundación que se registran especialmente en las pedanías de Campillo y Purias, se va a quedar en un ‘corredor verde’. La situación es que Lorca se queda en una situación igual o peor que la que tenía en 2012, cuando se produjeron las inundaciones más fuertes en siglos”.