UN BUEN AÑO TURÍSTICO

Este año de incremento en las cifras en el sector turístico en España, y por supuesto en nuestra región, les ha dado alas a algunos responsables púbicos a lanzar las campanas al vuelo.

Cosa muy habitual, por otra parte, en nuestra tierra. Pero tan habitual como poco práctica.

Quiero decir, y adelanto que me alegro de que esas cifras hayan sido buenas, me alegro mucho, que eso no debe impedir el que nos paremos a pensar en que el modelo es totalmente estacional, y que en nuestras costas se produce el fenómeno de la contracción económica, una especie de depresión posparto, en este caso” posverano” que sume a pueblos enteros en el paro y la inercia de la mera supervivencia.

Y digo yo, no sería tiempo ya de, una vez que vamos hacia finales de septiembre, empezar a pensar que hay que hacer para que no ocurra esto.

Los paisajes hermosos, los monumentos, las gentes, la magnífica gastronomía, el gran potencial cultural, la hospitalidad y tantas y tantas cosas favorables a que lleguen personas de otros sitios a disfrutarlas, siguen están aquí. No se esfuman en cuanto el sol deja de estar en su punto álgido.

Si todo eso está y no se va a ninguna parte. Y así es. Toca ponerse manos a la obra y poner en valor todo ese inmenso patrimonio regional que está para ser disfrutado, realizar eventos que llamen la atención a nivel nacional e internacional. Ofrecer alternativas bien estudiadas a un turismo desestacionalizado y de calidad, que nos permita seguir conservando parte del empleo generado en verano y progresar a la región.

Creo sinceramente que en la puesta en valor de las cosas buenas que tenemos no hemos llegado a un nivel aceptable, y eso es responsabilidad de todos.
Pongámonos manos a la obra, ahora que hay tiempo y no esperemos al mana del verano como única posibilidad y salvación.