«Haré cuanto esté en mi mano para acercarme a todos los lumbrerenses”

EUGENIO AZORÍN SÁNCHEZ , NUEVO SACERDOTE DE PUERTO LUMBRERAS

Entregado a su labor, cercano y risueño, así es Don Eugenio Azorín Sánchez, nuevo sacerdote de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Puerto Lumbreras, que toma el relevo de Don Alejandro Cases, tras su estancia de 2 años en el municipio. Desde La Actualidad realizamos esta entrevista al nuevo sacerdote de la localidad, donde nos habla sobre su trayectoria, cómo vive el cambio de parroquia, y cuál es su objetivo en el pueblo, entre otras cosas.

Pregunta: Háblenos de usted y su trayectoria hasta llegar a Puerto Lumbreras.
Respuesta: Me llamo Eugenio Azorín Sánchez, nací hace 42 años en Torre Pacheco, me he criado desde siempre en una pedanía de esta localidad llamada Hortichuela, en un entorno rural y muy familiar, donde aún vive mi padre. Mi madre murió hace tres años a consecuencia de un tumor cerebral. Tengo un hermano mellizo, una cuñada y dos sobrinos, además de un montón de primos y tíos. La parroquia Nuestra Señora del Rosario de Puerto Lumbreras es el sexto destino que me encomiendan en quince años que llevo como cura.

Pregunta: ¿Cómo vive este cambio de a la parroquia Ntra. Sra. del Rosario?
Respuesta: Este nuevo destino lo vivo como los de antes, con amor y con las ganas de intentar hacer todo lo posible por realizar mi ministerio sacerdotal, con todo lo que conlleva. Aunque vengo de parroquias más pequeñas, no distan mucho de la labor a realizar en cada una de ellas. Que habrá más fiele, seguro, y eso espero, aunque con la pandemia no están los templos a rebosar. Pero el trabajo del sacerdote es el mismo aquí que en otro sitio. El párroco siempre cuenta con el apoyo y ayuda de la feligresía, y así estoy seguro que será aquí.

Pregunta: La pandemia vació los templos y ahora no pueden llenarse, pero toca adaptarse a la nueva situación. ¿Qué opina de las nuevas circunstancias?
Respuesta: Las circunstancias son las que son, y sí o sí hay que llevar mucha precaución, y evitar el contagio, pero en los templos, en las celebraciones litúrgicas, no hay que tener miedo. Los sacerdotes no nos cansamos de avisar que se guarden todas las medidas sanitarias que nos recomiendan: desde el aforo reducido, al uso obligatorio de la mascarilla, desinfección de manos, distancia física, no se da la paz ni el pésame. Por lo tanto, invito a los feligreses a que, cumpliendo todos los protocolos, asistan a las misas, catequesis y demás actos que se llevan a cabo en la Parroquia.

«El momento en el que Don José Manuel me llamó estaba yo pertrechado con una escalera al hombro y un taladro en la mano, dispuesto a realizar un arreglo de bricolaje”

 

«Mi gran objetivo aquí en Puerto Lumbreras, y en cualquier destino, es darme a todos y trabajar unidos: laicos y sacerdote. Solo así se podrá hacer presente en este pueblo”

 

La acogida ha sido muy buena, tanto por parte del Ayuntamiento, como de muchos feligreses, y he recibido muestras de una buena predisposición a trabajar codo con codo”

Pregunta: ¿Qué tal ha sido la acogida tanto por parte de vecinos como del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras como institución que representa al pueblo?
Respuesta: La acogida ha sido muy buena, tanto por parte del Ayuntamiento, como de muchos feligreses, y he recibido muestras de una buena predisposición a trabajar codo con codo. Espero que las circunstancias en las que nos encontramos dejen materializar esta buena actitud. Todo debe seguir su ritmo de la misma manera que antes, tomando todas las precauciones y adaptándonos a las circunstancias, por supuesto, pero la labor evangelizadora no debe parar.

Pregunta: La solidaridad y estar al lado de quienes más lo necesitan es siempre uno de los puntos más importantes de la labor de la Iglesia. ¿Cuál va a ser su tarea, su implicación con la sociedad lumbrerense y sus objetivos en este sentido?
Respuesta: Me consta que se ha trabajado en perfecta coordinación desde Servicios Sociales, Cáritas y otras instituciones para paliar en la medida de lo posible las necesidades primarias de los más afectados en el Estado de Alarma. Intentaré hacer todo lo que está a mi alcance, pero hay que tener en cuenta que la labor de Cáritas la llevan a cabo voluntarios, que este caso son personas mayores, que generosísimamente lo hacen, pero sabemos que se necesitan cristianos comprometidos para poder realizar esta labor. Por tanto hago un llamamiento para que se ofrezcan personas que puedan tomar el testigo que dejan tan ingentes colaboradores que se han dejado la piel durante muchos años, pero por causas objetivas no pueden seguir con esta tarea.

Pregunta: No va a poder disfrutar de sus primeras fiestas patronales como párroco debido a la pandemia, pero sí se llevarán a cabo algunos actos litúrgicos en torno al día de la Patrona, el 7 de octubre.
Respuesta: Este año, en todos los pueblos, las fiestas van a ser atípicas, pero eso no va a impedir la realización de actos litúrgicos como son el triduo, la misa del día de la Patrona y alguna cosa más, que siempre cumpliendo las recomendaciones sanitarias, podamos disfrutarlos y honrar a nuestra Madre, la Virgen del Rosario.

Pregunta: Alejandro Cases, el párroco saliente, ha sido muy querido en el municipio y además muy cercano. ¿Qué opinión le merece y cómo ve usted el uso de nuevas tecnologías en este sentido?
Respuesta: Sé que Alejandro ha sido muy querido y que el tiempo que ha estado se ha volcado con los jóvenes, buscando que ellos se sientan parte importante, ya que son el futuro de la Iglesia. Entre los muchos métodos que ha usado han sido las redes sociales. Yo en ese aspecto, soy muy torpe para las nuevas tecnologías, es mi asignatura pendiente (risas). Siempre he realizado mi labor, en las parroquias anteriores, de manera más personal, de tú a tú, porque así lo facilitaban las características de los lugares donde he sido destinado. Y aquí haré cuanto esté en mi mano para acercarme a jóvenes, niños, matrimonios o ancianos.

Pregunta: ¿Cómo vivió el momento en el que le avisaron del nombramiento como párroco de Puerto Lumbreras?
Respuesta: El momento en el que Don José Manuel me llamó estaba yo pertrechado con una escalera al hombro y un taladro en la mano, dispuesto a realizar un arreglo de bricolaje. Fue un momento de asombro, de amor y temor: de asombro porque jamás me imaginaba que mi destino fuera a una parroquia tan grande, de tantos habitantes, ya que soy muy rural; de amor, porque donde me envían intento darme por entero poniendo en mi tarea todo el corazón; y de temor, porque conozco mis muchas limitaciones y torpezas, y sé que Puerto Lumbreras se merece de lo bueno, lo mejor.

Pregunta: ¿Cuál es el gran objetivo de su misión como párroco de la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario?
Respuesta: Mi gran objetivo aquí en Puerto Lumbreras, y en cualquier destino, es darme a todos y trabajar unidos: laicos y sacerdote. Solo así se podrá hacer presente en este pueblo, desde esta parcela de la Iglesia Universal, el Reino de Dios, y que todos descubramos cada día la necesidad que tenemos de poner los ojos y el corazón en el cielo y las manos y los pies en la tierra.

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