La Aguileños de Juventud Comunista responden a la presencia del Rey en la “bienvenida universitaria” de la Universidad de Murcia
COMUNICADO DE JUVENTUD COMUNISTA
La Universidad de Murcia inaugura el curso académico en un acto presidido por el monarca Felipe de Borbón, al que se ha vetado la participación de quienes reivindican una educación pública y de calidad.
Desde las primeras horas de la mañana, el campus de la Facultad de Económicas ha sido tomado por un desmesurado despliegue policial cuya finalidad no era otra que evitar que se repitiesen situaciones como en años anteriores, donde las reivindicaciones estudiantiles se hicieron un hueco en el evento.
Por tercer año consecutivo, nos concentramos en el día de la apertura del curso para hacer llegar a la élite política y económica que domina nuestro sistema educativo que no vamos a observar sin respuesta como es desmantelada la educación pública murciana. Pese a que el nutrido grupo de agentes de la Policía Nacional quiso impedírnoslo, nadie puede silenciar la voz de la juventud combativa.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) en la Región de Murcia queremos denunciar la actitud beligerante con la que las supuestas “fuerzas del orden público” han tratado a quienes nos manifestábamos: intimidaciones, amenazas de multa, identificación de algunas participantes, expulsión incluso del propio parking de la facultad… El objetivo era claro: evitar que el malestar estudiantil se abriese un hueco en “su” acto, y más aún si el “inmaculado” monarca formaba parte del mismo.
Asimismo, denunciamos el enorme gasto de dinero que se realiza para organizar esta “bienvenida”, y exigimos que se destine ese capital a ayudas para las y los estudiantes con problemas económicos.
Resulta paradójico, que en el día de la bienvenida universitaria, las autoridades policiales expulsen del campus a estudiantes de la propia universidad. Pese a su oposición y represión, nuestra apuesta por una educación pública, laica y de calidad sigue en pie. Sus mordazas no conseguirán acallarnos.