Los presupuestos regionales, en el aire tras la ruptura de PP y Vox

El partido de Abascal ha resaltado que  la aprobación de las cuentas autonómicas depende de que «los populares no pacten con el gobierno central la crisis migratoria en Canarias»

Este sábado se cumplen tres meses de la ruptura de los cinco gobiernos autonómicos de coalición entre PP y Vox, y en la Región de Murcia, donde el «popular» Fernando López Miras trató «in extremis» de ser investido en solitario, los dos escaños que le separan de la mayoría absoluta son un escollo para la tramitación parlamentaria de la ley de presupuestos, el principal asunto en el que se trabaja de aquí a final de año.

Con el arranque del curso político hace un mes, y sin que se haya producido ninguna variación en las diferencias sobre política migratoria y reparto de menores que motivaron la ruptura de los pactos, el PP inició las conversaciones para sacar adelante las cuentas públicas de 2025 con la confianza de que habría acuerdo con los de Abascal, o al menos éstos no se opondrían y ofrecerían su abstención.

De hecho, ambos partidos han afirmado tener una buena relación institucional. De «cordialidad», según el dirigente de Vox, y de «normalidad», en palabras del portavoz parlamentario y vicesecretario de Organización del PP regional, Joaquín Segado, quien lamenta que, «debido a unas directrices impuestas por Vox desde Madrid», se «truncase de forma abrupta» un Gobierno de coalición que «funcionaba muy bien».

Aunque durante el tiempo que ha estado vigente el gobierno de coalición han sido muchos los puntos de acuerdo en materia económica o educativa, también ha habido desencuentros, alguno tan llamativo como la reforma de la Ley del Mar Menor, que llevó a Vox a solicitar la convocatoria inmediata de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno con el PP y, meses después, a abandonar la comisión parlamentaria que aborda esa reforma.

El cierre del Consejo de la Transparencia y su sustitución por la figura de un comisionado también llevó fricciones al seno del gobierno de coalición, aunque la iniciativa salió adelante el pasado septiembre, cuando ya gobernaba el PP en solitario, porque era uno de los puntos pactados en la coalición.

Pese a la ruptura del pacto de gobierno, un eventual voto conjunto de Vox, PSOE y Podemos parecía imposible en la estrategia negociadora del PP de cara a los presupuestos, si bien el anuncio hecho esta semana por la dirección nacional de Vox de supeditar la aprobación de las cuentas autonómicas a que los populares no pacten con el gobierno central la crisis migratoria en Canarias parece haber cambiado el escenario.

Así, al día siguiente de producirse este anuncio, Vox se unía a PSOE y Podemos en la Región de Murcia para evidenciar el peso de la minoría y aprobar juntos un aumento de la actividad de control al Gobierno autonómico en la Asamblea Regional, que celebrará a partir de ahora ocho plenos al mes, en lugar de tres.

«La voluntad del PP de dar más financiación a la inmigración ilegal hace imposible que Vox apoye los presupuestos regionales», afirma a EFE el presidente provincial de Vox, José Ángel Antelo, quien condiciona el apoyo de su partido al cumplimiento del pacto que les llevó en septiembre de hace un año al Gobierno.

«Nosotros no nos hemos movido de nuestra postura», ha señalado Antelo, quien ha reiterado que «si el PP quiere el apoyo de Vox para aprobar los presupuestos tiene que cumplir con lo pactado: eliminar las partidas presupuestarias para inmigración ilegal que ejercen un ‘efecto llamada’ perjudicial para la seguridad, la sanidad y los servicios sociales de la Región».

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En este sentido, el dirigente del PP ha recordado a los de Abascal que «para que los presupuestos regionales de 2025 no salgan adelante, Vox tendría que unir sus votos a los de PSOE y Podemos», ya que los populares podrían aprobarlos con la abstención de Vox.

«El Presupuesto para 2024 contó con el apoyo de Vox, y el de 2025 va a tener las mismas líneas generales porque estamos en el mismo contexto económico, con la única diferencia de que habrá un aumento en las partidas para los gastos en Sanidad, Educación y políticas sociales», ha explicado Segado.

Por ello, ha pedido a Vox que base su decisión en «si los presupuestos son buenos o no para los ciudadanos de la Región de Murcia, no en los intereses y las directrices que se marquen desde Madrid».

Pero la inmigración no es el único escollo para que Vox apoye al Gobierno murciano ya que, según Antelo, en ese pacto con el PP se alcanzaron acuerdos para poner en marcha proyectos que, tras salir los de Abascal del Ejecutivo regional, «han quedado paralizados».

Por ello, piden la ampliación del tranvía hasta Molina de Segura; la aprobación del decreto para dotar a las policías locales de armas largas, pistolas táser y gas pimienta, o la puesta en marcha del Servicio de Alertas y Respuestas a Emergencias (SARE).

Para el vicesecretario de Organización del PP regional, los asuntos pactados en el acuerdo de gobernabilidad con Vox forman parte de la hoja de ruta del Gobierno de la Región, «por lo que poco o casi nada hay que revisar», ha dicho.

«El acuerdo recogía compromisos en bajada de impuestos, reducción de trabas burocráticas para las empresas, apuesta por la educación gratuita de 0 a 3 años, apoyo a las familias, la defensa del trasvase Tajo-Segura y del Pacto por las Infraestructuras, entre otros, que el Partido Popular ha defendido y va a seguir defendiendo», ha asegurado.