Ya tenemos consorcio
Parece ser que el previsible futuro turístico de Águilas cuenta desde el pasado lunes con el apoyo del recién creado Consorcio Turístico de Águilas; sin duda, un instrumento necesario para reorientar el libro de ruta del turismo local, tocado y casi hundido por un más que cerrado modus operandi por parte de la concejalía de Turismo.
Cómo no. Confío en que este proyecto cuente en breve con el apoyo del Partido Popular y los grupos independientes; aunque, desconfío, del “sí quiero” de los de Ramón Román, un grupo político que debería despertar de su letargo, ofrecer propuestas y reciclar su discurso rancio del no a todo.
Los miembros de este recién creado consorcio, a los que felicito por su iniciativa, deberán de plantarle clara a un turismo de nueva hornada, que deja atrás el obsoleto modelo de sol y playa y el turismo residencial. Pero, sin duda, y por su filosofía empresarial y participativa, deberán de hacer balance de la problemática de la economía local, con los sectores pesquero y agrícola inmersos en una asfixiante crisis.
Sin duda, es necesario emprender un nuevo camino y plantear un modelo económico diversificado, donde el protagonista sea el turismo de calidad, aquel que huye de la masificación temporal, ofrece una alta rentabilidad y un empleo estable, y plantea unos adecuados servicios públicos e infraestructuras de primer orden.
Pero, claro está, el turismo sólo es un caballo de batalla no faltante de riesgo y, al mismo tiempo, hay que apostar por una agricultura unificada y la potenciación del tejido industrial, con propuestas como la ampliación y disposición de suelo asequible en el Polígono Industrial, la agilización de los trámites y las ayudas para la creación y mejora de instalaciones, la apuesta por las energías renovables o la búsqueda de multinacionales de I+D, cediéndoles el terreno para sus instalación.