La mujer del César

Lo malo que tiene, para algunos, el momento de crisis que estamos pasando (y lo que nos queda) es que la lupa para mirarnos unos a otros es más gorda.

Más que nada para los políticos, que son ejemplo en los que fijarnos , que son los que nos representan , que son a los que hemos dado aval suficiente para que pongan su culo en un sillón para que trabajen por nosotros, no para que se acomoden en él.

Éste, da la sensación, es un aspecto que unos cuantos han olvidado ligeramente.
Pero ahora , atención, peligro, la lupa que hemos cogido es la gorda. En tiempos donde nos ajustamos el cinturón (o como decía aquel, mejor que ajustárselo sería venderlo) ni dios puede salirse del tiesto, como en la época de vacas gordas, en la que fuimos excesivamente ingenuos. Por ejemplo, está muy mal visto ahora que el presidente de Cataluña gane lo que gana ( unos 28 kilos al año ) y que mande a sus nenes (3) a un colegio privado donde no se les moleste con órdenes en catalán. Si un president socialista no cree en la enseñanza pública, qué mal ejemplo ofrece a los que le miran/mos con, cada vez más, asombro. El Montilla, cada vez más tonto, oye.

Está muy mal visto que los tres o cuatro que están bajo su mando se preparen coches fantásticos, con la pasta de la peña. Muy mal, muy mal. Y horteras, muy horteras.

Y ahí es donde entra el refrán apropiado, que los hay para todas las vicisitudes :
“ la mujer del César no sólo tiene que ser decente, sino parecerlo “.
Que no es que salte con ésto sólo la credibilidad de la ciudadanía, pero de mala educación sí que es. Y de estar poco atento/a a las necesidades reales de los/las ciudadanos/as, que tiene sus prioridades , hoy por hoy, en otro sitio.

O quizá sí, lo de la credibilidad, digo. Que se va esfumando, que es muy volátil.
Ahí puede empezar a ser donde la confianza de la peña en sus representantes empieza
a resquebrajarse.

En tonterías como ésta . Evitables. Por el qué dirán. Digo yo, ciudadano de a pié.
Los inmigrantes y los ciudadanos españoles tienen, en el momento presente, otras prioridades que el fútbol o los toros (otra cosa es una buena corrida).

A otro artista que también han pillado, ahora que me recuerdo, es al presidente gallego arreglando su despacho. Vaya momento de ponerlo al pistón. Vista de lince el Touriño.

Y nosotros con la lupa gorda. Y con el dedo índice listo. O lo que es peor, con el índice y el meñique dispuestos en paralelo, así, apuntando al interfecto.

En fin, aviso a navegantes, mucho cuidadín, que la lupa está cada vez más caliente.
Moraleja : no tener mucho ojito en gastar la pasta de todos es más peligroso que un sillón de Moblerone, que te pone los lomos a la brasa directamente.

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