Cuestión de lógica

Parece ser que todo en esta vida es cuestión de lógica. Pero no se sabe realmente cuando el término va a designar algo que tenga que ver con la filosofía (su disciplina primigenia) o bien desde esa otra perspectiva que considera el vocablo valedero para aplicarse a aquellos sucesos que “necesariamente” han de acontecer, toda vez dependan de hechos anteriores relacionados con él.

Parece ser que en política, o lo que también se entiende últimamente por “política”, la lógica se ajusta a un devenir obligado de acontecimientos que todos ven acercarse y cuando llegan, así como por “arte de magia” dejan de ser aquello que parecía para convertirse en algo totalmente nuevo, diferente: al candor le sigue la trampa; a la confianza, la zancadilla; a la honestidad, la corrupción y a la verdad… una “verdadera” incógnita.

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