Pinilla, el pulmón verde de Águilas que se queda sin pinos
En unos años podráin desaparecer la totalidad de los pinos de esta sierra aguileña
La sierra de Pinilla, ubicada tras La Cuesta de Gos se conforma como el mayor pulmón verde de Águilas, hectáreas de pinos que se encuentran prácticamente en situación de abandono. La falta de lluvia, junto a las diferentes plagas que atacan a esta especie arbórea, han acabado ya con el 60% de los pinos de esta sierra aguileña. En 1995, toda esta zona natural fue limpiada y arreglada por parte del Ayuntamiento, situándose una cadena que impedía el acceso con coches. Han pasado más de 20 años y apenas se ha hecho actuaciones por parte del organismo competente. Actualmente el modelo de Pinilla es “Particular consorciado”, teniendo los terrenos unos propietarios que ceden la titularidad, durante un tiempo, al Ministerio de Agricultura a cambio de su mantenimiento. Serían entonces los efectivos forestales los que deben coorrdinar y actuar en Pinilla.
Un esfuerzo en gestión medioambiental
El problema no solo está en Pinilla, sino que hay que realizar un mayor esfuerzo en la lucha contra la desertificación de todo el municipio de Águilas, que ha perdido cerca del 50% de su vegetación, mientras que el escaso monte que hay cerca del litoral costero se está convirtiendo en un secarral para cultivos, principalmente lechuga . Cabe destacar un reciente informe del Grupo de Investigación ‘Ecosistemas Mediterráneos’ de la Universidad de Murcia, coordinado por el profesor Miguel Ángel Esteve, que arroja cifras desoladoras. En los últimos años la Región de Murcia ha perdido un millón y medio de árboles por la sequía, la acción fulminante de los insectos perforadores y los efectos del cambio climático. Estudios llevados a cabo por diferentes organizaciones agrarias apuntan también a que una de las áreas más afectadas por la desertificación en la comunidad autónoma es Águilas. Los expertos aseguran que estamos inmersos en una variación del escenario ecológico general de nuestra Región y que, en los próximos años, desaparecerán los pocos árboles que nos quedan y que constituyen “la última frontera con el desierto”.