“Fui uno de los fundadores del Club hace más de 40 años”
Por Jaime Zaragoza. Hablar en Águilas de Balonmano, es hablar de Raimundo Jiménez, un apasionado del deporte, pero particularmente del balonmano. Él ha sido y es, el alma de este deporte en la localidad, deporte que comenzó a practicar en el instituto y que, a base de pequeñas dosis, se lo ha ido inculcando a su familia, que ama este deporte tanto como el propio Raimundo. De hecho, todos sus hijos lo han practicado. Su hija Lidia es la que más alto ha llegado ya que actualmente juega en el Mavi de Gijón de División de Plata. Incluso su sobrino Ginés llegó a jugar en 1ª División. De esta manera nuestro protegonista de la semana deportiva sí que es un buen ejemplo de amor a un deporte compartido con la familia.
Pregunta.- ¿Se podría decir que Raimundo Jiménez y el balonmano aguileño van de la mano?
Respuesta.- Puede ser, porque fui uno de los fundadores del CBM Águilas, hace más de cuarenta años, y estoy muy orgulloso de que me unan al balonmano aguileño.
P.- Con el nuevo proyecto… ¿es posible que se consiga ‘enganchar’ de nuevo a gente como Fernando González o Salvador Palazón?
R.- Gracias a Rubén, Lorenzo, Viches, Jacinto, Fran y alguno más que comenzaron a trabajar en los colegios, el año pasado se consiguió tener un equipo sénior aunque no dio los resultados esperados. Rubén era jugador entrenador, pero es muy difícil funcionar así. Ahora ha llegado Fernando González, que estuvo entrenando en 1ª al Roldán y lo cierto es que ya se deja notar su regreso.
P.- ¿Está usted ligado a algún deporte además del balonmano?
R.- Lo cierto es que desde que se fundo el Patronato Deportivo he estado colaborando con todo además del balonmano: fútbol-sala, triatlón…
P.- ¿Y que podría decirnos con respecto al Águilas?
R.- Aunque la gente lo desconoce, yo tengo la garganta hecha polvo de tanto animar al Águilas ya que el fútbol es mi otra gran pasión. Además, tengo fotos en ‘El Rubial’ siendo muy pequeño, sentado sobre mi padre.
P.- Pero le regalaron un megáfono…
R.- Sí, cierto es. Paco Palencia vino un día y me dijo: “para que no fuerces tanto la garganta, toma un megáfono”.
P.- ¿Sigue viendo los partidos en el mismo sitio de siempre, bajo el palco?
R.- No, llevo dos años que me he subido al palco, estoy con las autoridades, he subido de categoría (comenta con una sonrisa).
P.- ¿Desde cúando tiene esa pasión por el Balonmano?
R.- La verdad es que de toda la vida, es mi gran pasión.
P.- ¿Cuándo comenzó a jugar?
R.- Como apuntaba antes, mis comienzos se remontan al instituto, en un campo de tierra. Tiempo después, un profesor, José Antonio Gallego, le echó cemento a la pista, y nos regaló un balón. FEn ese momento fue cuando comenzamos a jugar contra Alhama, Totana, en una liga de institutos.
Cuando se inauguró el polideportivo recuerdo que nos fuimos ahí a jugar, aunque las porterías no eran reglamentarias.
P.- ¿Quién jugaba al balonmano entonces?
R.- Éramos varios: Antonio Soler, Miguel Ángel Blaya, o Antonio Martínez Campos.
P.- ¿JSe puede decir que jugaba bien al balonmano?
R.- Yo siempre he estado en la trastienda.
P.- En el polideportivo, en la pista central, ¿se vivió la época dorada del balonmano aguileño?
R.- Se llenaban las gradas, detrás de las porterías. Es cierto que aquella época fue histórica. En otros sitios no había nadie viendo los partidos mientras que aquí se llenaba. Recuerdo que en la entrada a la pista poníamos una caja, con un cartel que ponía “colabora para poder pagar a los árbitros”.
P.- Villegas, Bayona, Palazón, Morata… ¡Qué buena época!, ¿no es cierto?
R.- Por supuesto. Había muchos jugadores y jugaban en aquellas pistas que tenía el polideportivo. Por aquellos entonces no había tantas zapatillas especializadas como hay ahora. Si no me falla la memoria había dos marcas: La Perdiz y La Tórtola, que tenían una goma en la puntera, y para el segundo partido ya tenías que tirarlas porque la pista se comía la suela.
P.- ¿Cómo se dio el paso para federar a los jugadores de esa generación?
R.- Había posibilidad de federar un equipo con jugadores que ya practicaban el balonmano así que una tarde fuimos a Murcia y federamos al equipo. Como teníamos gente del instituto, comenzamos con un equipo de amigos y terminamos con un equipo federado.
P.- En los altibajos que ha tenido el balonmano aguileño ¿con qué etapa se quedaría?
R.- Son etapas diferentes, en aquella generación era un grupo de amigos, donde nos divertíamos, viajábamos con nuestros propios coches; ahora es una etapa con más organización, más seria.
P.- ¿Hay futuro en el balonmano aguileño?
R.- Yo creo que sí. Están trabajando en los colegios y este año hemos tenido que federar dos equipos de infantiles.
P.- ¿Qué cargo ocupa Raimundo Jiménez en el CBM Águilas?
R.- Soy vicepresidente del club, siendo Salvador Palazón el presidente.
P.- El éxito del deporte, ¿está en trabajarlo desde la base?
R.- Es esencial, en el club hace poco tuvimos una reunión y lo comentamos; si no tienes base, no puedes tener equipo sénior, tienes que tener relevos generacionales. Lo principal es la base y tener gente que la trabaje. Hace unos años solo estábamos Salvador y yo. Luego llegó Fernando que combinó tres y cuatro equipos. Ahora mismo cada equipo tiene su entrenador.
P.- ¿Cómo se financia el balonmano en esta época?
R.-Los jugadores del equipo sénior han pagado cada uno 150 euros de su bolsillo, y con sponsor de 50 euros, otros 300. Los infantiles se han movido mucho y han conseguido empresas que han aportado dinero.
P.- ¿Hasta cuando seguirá usted en el balonmano?
R.- A mí me va a ser muy difícil retirarme.
P.- ¿Tiene usted algo para olvidar?
R.- Una agresión por la espalda de un jugador del Lorca, que me hizo estar sin poder ir al polideportivo. Me costó un mes de reposo y lo pasé muy mal.
P.- ¿Y para recordar?
R.- Muchas más. Recuerdo un año que estaba yo solo en el equipo de entrenador, lo hacía todo, y llegamos a la final del Trofeo Federación, que juguamos contra el CBM Murcia, y ganamos de 1 gol. Recuerdo perfectamente, el último gol, un lanzamiento de Perula, que lo tocó un defensa y entro el balón llorando.