Pero ahora es el momento de hablar de El novio de España, y de la historia de Luis Mariano y Carmen Sevilla, un relato novelado sobre una amistad que nunca llegó a más por las preferencias sexuales del protagonista, que buscaba un matrimonio de conveniencia con la cantante (y que ella rechazó). El tenor y la sevillana rodaron tres películas: El sueño de Andalucía (1950), Violetas imperiales (1952) y La bella de Cádiz (1953).

Un musical en español

«Es una locura de crear un musical español», admite Rubio, que recuerda que el anterior se enmarcaba en el arranque de la Guerra Civil. Ahora pega un salto a los cincuenta, un momento en que la sociedad se da cuenta de que nadie va a mover a Franco del poder y, a pesar de ello, algunos exiliados quieren volver. En concreto, esta obra está ambientada en 1952, durante el rodaje de Violetas imperiales, en la que se muestra el conflicto de estos españoles forzados a vivir fuera tras la Guerra Civil, caso de Luis Mariano y su familia.

Porque Luis Mariano nació en Irún, pero se vio obligado a exiliarse a Francia. Su ilusión era volver a España junto a sus padres. «Se daba un hecho estremecedor: él no pudo volver a aquí a hacer películas, pero sus padres no tenían el pasaporte necesario y él quería conseguir a toda costa para que regresaran», detalla el director.

Rubio advierte que juega con el título, El novio de España, «porque Carmen Sevilla, en su día, era considerada ‘la novia de España’», aunque admite que se lo pensó porque «poner en un título ‘España’ hoy es un acto de rebeldía», lo que en su opinión evidencia que «hay una herida que tenemos que solucionar. Las libertades se adquieren y se pierden a una velocidad vertiginosa».