Indignación social por las quemas agrícolas en Águilas
La Comunidad Autónoma mantiene paralizados los permisos de la planta de compostaje de la localidad. Mientras tanto, los vecinos de Águilas continúan sufriendo estos gases que emiten componentes cancerígenos
Son numerosas las fotos que nos llegan a la redacción de La Actualidad sobre las quemas de residuos agrícolas que se llevan a cabo en las inmediaciones de Águilas y que durante horas cubren la localidad con polvo en suspensión que puede llegar a ser gravemente perjudicial para la salud.
Esta problemática, que no afecta solo a los agricultores sino que perjudica a todos los ciudadanos de Águilas, se está traduciendo en un aumento de consultas en los centros de salud del municipio por parte de las personas que sufren asma. Esas densas nubes de humo, que hacen el aire irrespirable, también provocan desde dolores de cabeza hasta irritación en los ojos y vías respiratorias, y tos, entre otras cosas. Además, el humo provocado por la quema de rastrojos agrícolas emite compuestos cancerígenos que pueden llegar a afectar a la población que respire dicho humo.
Para evitarlo, el Ayuntamiento de Águilas está trabajando para que la Comunidad Autónoma conceda los permisos necesarios para la construcción de una planta de compostaje que haga posible la revalorización de los residuos agrícolas y que supondría, por tanto, el fin de las quemas de estos restos procedentes del trabajo de la agricultura, y poner así fin a uno de los compromisos del Equipo de Gobierno de la localidad.
Así, la alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno, y el edil de Agricultura, Bartolo Hernández, visitaron el pasado mes de octubre el terreno en el que está previsto ubicar la planta de compostaje. Lo hicieron junto a los promotores de este proyecto y señalaron que “el proyecto está ahora en Ordenación del Territorio, organismo dependiente del Gobierno de la Región de Murcia, que deberá dar el visto bueno definitivo para su construcción”.
Los terrenos para esta futura planta de compostaje se encuentran en el paraje de La Picúa; y no sólo permitiría terminar con las quemas agrícolas, sino que también supondría la producción de subproductos que volverían de nuevo al suelo, ya que en la planta se convertirían los desechos vegetales agrícolas en abono orgánico, produciendo un doble efecto positivo para la sociedad y el medio ambiente.
Pero la aprobación de los permisos se encuentra paralizada por la Comunidad Autónoma. Recordamos que la última acción que llevó a cabo la Comunidad contra las quemas agrícolas fue en el primer trimestre del año y fue una prohibición insuficiente.
En dicha prohibición se afirma que “la quema de residuos vegetales agrícolas es una práctica permitida excepcionalmente en el caso de tratamiento de plagas” y siempre “que no pongan en peligro la salud humana y que no dañen el medio ambiente”. Además, también están prohibidas las quemas agrícolas para prevenir heladas.
A pesar de esta prohibición que la Comunidad Autónoma trasladó a los ayuntamientos para que se recoja en las ordenanzas municipales, son numerosas las ocasiones en las que se siguen realizando estas quemas de residuos agrícolas en diferentes puntos de la geografía regional, sobre todo a partir de octubre, una vez pasada la época de verano.