La polución ambiental motorizada
El ciudadano de Águilas, así como el residente temporal de larga estancia, está muy agradecido por el esfuerzo coordinado de todas las concejalías de Ayuntamiento para mejorar la oferta turística. Esta oferta no sólo comprende todas las iniciativas que han tenido y tienen actualmente nuestros ediles, ni tampoco sólo “sol, playa y paseo”. Esto último lo ofrece casi toda España.
Desde hace algunos años, no muchos, este equipo magníficamente dirigido por nuestro Alcalde, el Sr. Ramírez Soto, ha venido ofreciendo una serie de servicios, actividades, nuevos parques y jardines, etc. al ciudadano, mejorando su calidad de vida. Esto es un hecho pero, como ya he mencionado, no sólo hay que ofrecer sol y playa y/ o elementos materiales, sino tan importante o más es lo que busca el ciudadano y el inversor residente, es decir, PAZ, TRANQUILIDAD, RESPETO CÍVICO y el disfrute de esa simpatía innata del ciudadano aguileño, así como la bulliciosidad de sus calles, su magnífico comercio, etc. Sí, pero sin tener que sufrir el ESCÁNDALO DE ESOS CACHARROS DE DOS RUEDAS CON “ESCAPES TRUCADOS”.
De hecho, son “ruidos con dos ruedas y un descerebrado sin casco encima”, que llegan a producir hasta 150 decibelios por unidad. Hay que acabar con ese malestar, que no sólo molesta al aguileño, a sus hijos pequeños, ancianos, enfermos, sino que hará que el residente, como es el que suscribe, huya de este maravilloso pueblo y abandone su inversión y retiro, en busca de otro entorno más saludable, donde no exista esta polución ambiental motorizada, y no digamos del visitante ocasional, a los que he visto personalmente despedirse de hoteles protestando por no poder siquiera dormir en paz.
Hay muchas formas de evitar de inmediato esta situación y no soy yo el más indicado para aconsejar alguna, pero sí recomiendo que se estudie la campaña realizada en Cartagena para erradicar esta lacra que sufrimos los aguileños y los que nos sentimos como tales.
Pronto tendremos un auditorio por iniciativa de los desvelos del Ayuntamiento, pero ¿creen en serio ustedes señores ediles que para disfrutar, por ejemplo, de un concierto podremos hacerlo compatible con el escándalo “motoril” del exterior?
Perdonen mi intromisión al juzgar este aspecto de la vida ciudadana de Águilas pero como español creo que tengo cierto derecho a hacerlo. Espero ser ciudadano de Águilas durante muchos años, así como mis hijas que poseen su pequeño apartamento aquí.