Lorca dice adios a una ilustre, «La niña del gancho»
La lorquina, que recibió la medalla de oro al Mérito Deportivo de la ciudad de Barcelona, fue una de las pioneras del baloncesto español
Lorca dice adiós a Encarna Hernández Ruiz, una de sus lorquinas ilustres, que ha fallecido a la edad de 105 años. Cabe destacar que entre los galardones que ha recibido en los últimos años Encarna Hernández está el previo a la trayectoria deportiva de la Comunidad Autónoma de Murcia y la medalla de oro al Mérito Deportivo de la ciudad de Barcelona.
En esta misma línea, resaltar también que, en Lorca, es una de las protagonistas de la primera edición del Mural de ‘Mujeres Esenciales. Impulsoras de la Igualdad’.
La lorquina, una de las pioneras del baloncesto español, que recibió el apodo de «La niña del gancho» llegó a Barcelona a los 10 años y fue jugadora, entrenadora, la primera de España, y árbitra de baloncesto hasta su retirada en 1953. Era conocida como «La niña del gancho» por la facilidad con que usaba este lanzamiento para encestar.
EN DATOS
Encarna Hernández Ruiz nació en Lorca en 1917, y a los 10 años llegó a Barcelona junto con sus padres y sus diez hermanos, donde su padre formó parte del equipo de trabajadores en la Exposición Universal de 1929.Encarna Hernández comenzó a practicar baloncesto con 13 años con los chicos y las chicas de su barrio, el de Les Corts, en un campo construido por quien más tarde sería su marido, Emili Planelles.
Con sus 1,54 de altura, Encarna era conocida como «La Chica del Gancho» por su habilidad utilizando este lanzamiento a canasta.
En 1931 participó en la fundación del Club Atlas, pionero del baloncesto en España, y fue su máxima anotadora absoluta, por encima de los hombres.
En 1932 se disolvió el Atlas Club y sus jugadores y jugadoras pasaron a formar parte del Club Laietà, con el que ganó el primer Campeonato femenino de Cataluña, celebrado en la temporada 1935-1936, ganando todos sus partidos.
Además, fue la primera entrenadora de España al dirigir, ya en 1932, el equipo Peña García de l’Hospitalet de Llobregat.
Durante la Guerra Civil siguió disputando partidos de baloncesto como jugadora a pesar de las dificultades de la propia guerra, aunque fueron más exhibiciones que competiciones oficiales.
Tras la Guerra Civil jugó en el Laietà, Cottet, Moix Llambés, aparte de en la Sección Femenina, equipos en los que también jugó su hermana Maruja, y ganó campeonatos de España tanto con Cottet como con la Sección Femenina.
En 1944 fichó por el FC Barcelona, donde jugó hasta 1953, año en que se retiró de la competición con 36 años para ser madre.