Que quede claro que Marina de Cope no es un pelotazo
Decía Nietzsche que “solamente aquel que construye el futuro puede juzgar el pasado”.
Cuanta razón llevaba el bendito!! Y es que -visto lo visto, y no sin antes haberlo meditado concienzudamente- tengo claro que el futuro económico de Águilas debe de pasar en buena parte por macroproyectos como la actuación de Marina de Cope; claro está, sin olvidar el sector industrial y el mantenimiento de los primarios.
Digo esto, sobre todo, ante la inminente crisis económica que podría afrontar Águilas si no se recupera el sector agrícola, olvidado por una clase política que ocupa su tiempo en discutir sobre los cansinos “Programa Agua” y “Agua Para Todos” mientras nuestro campo se ahoga, no por falta de recursos hídricos que, por cierto, nos sobra.
La A.I.R de Marina de Cope, representa una fuerte apuesta en materia turística, a pesar de que el Partido Socialista, para variar, recurre a su demagogia para frenar no ésta, sino cualquier actuación en materia turística o urbanística propuesta por el PP. Hay que joderse… si se oponen a todo y la agricultura se agota, ¿de qué va a vivir Águilas de aquí a unos años? ¿Dónde están las alternativas socialistas?
Este proyecto es un claro ejemplo de sostenibilidad, contemplando todas la áreas de preservación paisajística y una edificabilidad irrisoria que le otorgan un alto riesgo. Y es que, el requisito de que tanto infraestructuras como equipamientos corran a cargo de los propietarios, y que se deban hacer antes que las zonas residenciales, no es pecata minuta. Estamos hablando de cinco campos de golf, otros tantos de fútbol, un centro de alto rendimiento, una marina deportiva y cerca de 20.000 plazas hoteleras. Sin duda, una inversión astronómica supeditada a la posterior venta de viviendas y a la amortización del capital de la compra de los terrenos, que precisamente no se han adquirido por cuatro duros.
Vamos, que con cifras en la mano, en este proyecto pelotazos pocos e ilusión mucha. Pelotazos, por ejemplo, La Zerrichera, un proyecto en manos del fiscal anticorrupción y que ha supuesto un beneficio de 75 millones de euros y excelente una “campaña promocional” de cara a vender Águilas.
Otro ejercicio en el mismo estilo es el Niágara, donde una edificación descentralizada, el impacto medioambiental y las dudas sobre la construcción del prometido hotel son los actores principales. Pero, que vamos a hacer, cuando los políticos tienen intereses urbanísticos y terrenos que recalificar se dan ejercicios como este y otros que vendrán y que actualmente está investigando este periódico ante la sospechosa inoperancia socialista.