Un lorquino en la Antártida
Ruiz Montalbán ha visitado todos los continentes

Imagen del momento de llegada
José Ruiz Montalbán se ha convertido en el primer lorquino en visitar todos los continentes tras su reciente paso por la Antartida durante los días 9 al 19 de Diciembre.
Este lorquino, cercano a los 30 años, dio la vuelta al mundo en 2005, en poco más de un mes, pasando por Asia, Oceanía y Norteamérica. En junio de este año también viajó hasta Sudáfrica donde permaneció durante un mes. Ahora, este intrépido viajero ha logrado un nuevo reto al formar parte de la expedición del Antartic Dream que durante el mes de diciembre ha visitado la ‘Terra Australis’, que es como se denominaba a principios del siglo XX al continente Antártico.
Dicha expedición, formada por escasos pasajeros –en su mayoría estadounidenses, ingleses, suecos y japoneses– y tripulación chilena, partió desde la ciudad argentina de Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, también conocida por los antiguos conquistadores como el ‘fin del mundo’. Rumbo sur, la expedición se desplazó por el Drake, un peligroso paso debido a sus fuertes oleajes y tormentas. Desde ahí, se accedió al gélido continente blanco.
Una vez allí y tras la agitada navegación, se visitaron lugares increíblemente bellos, como Robet Point, isla Cuverville, el canal Lemaire, bahía Neko, los Fuelles de Neptuno, Isla Decepción, etc., realizando excursiones a pie sobre glaciares, o paseando en zodiac entre iceberg.
Entre la fauna que se puedo contemplar figura la diversa variedad de pingüinos (barbijo, adelaida, o papua), elefantes y leones marinos, focas leopardo y cangrejeras, ballenas jorobadas, orcas, delfines, y un sinfín de aves exclusivamente antárticas.
Lo singular de este viaje es que sólo se puede realizar entre los meses de diciembre y enero, (en el verano austral), que es cuando las temperaturas no son tan extremas. Aunque es preciso que el visitante esté bien equipado para soportar las bajas temperaturas que no sobrepasan los -1 º centígrados.
Durante la expedición, se visitó la base chilena González Videla, donde un grupo de militares otorgó a los viajeros un diploma que certifica su visita al continente blanco.
La vuelta al continente americano fue igual de dura, ya que el Paso del Drake es indomable pese a los avances tecnológicos y las mejoras en la navegación. A pesar de los oleajes, mareos y nauseas del trayecto, es una experiencia que disfrutar de una única experiencia en la Antártida y merece la pena.