Las gotas de la ira
La otrora fértil vega es hoy un secarral abrasado. Nubes de polvo ardiente se levantan, a impulsos de los turbulentos flujos ascendentes de aire tórrido. La luz reverbera, cegadora, en las rocas y laderas blanquecinas, desecadas hasta la calcinación por un sol inclemente. La vega aparece sembrada de…
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